Concepto
El español
contemporáneo es el conjunto de variantes dialectales que se practican y con
las cuales se identifican la comunidad hispánica.
Marco cronológico
El punto de partida de
este período es el año 1898, fecha en que se inicia el movimiento de liberación
idiomática de las áreas subordinadas y el termino llega hasta nuestros días.
Características
- Variedad dialectal: es la característica esencial de ese estadio; se desprende de la naturaleza de la lengua en expansión geográfica que cubre el español.
- La unidad fundamental: a pesar de la diversidad en aspectos secundarios, como la pronunciación y la variación semántica, se mantiene la unidad necesaria en los aspectos centrales del idioma: fonológico y sintáctico.
- Cambio de visión y de actitud sobre la lengua, caracterizado por la conversión de la Real Academia en la Corporación de Academias de la Lengua Española y por la apertura de las academias a las variedades nativas, a título de igual prestigio que los demás y por el inicio de una importante producción literaria en las áreas dialectales.
- Aumento de los estudios lingüísticos, que se inicia con la descripción de algunas áreas del español peninsular y que hoy en día es una actividad en marcha en el amplio mundo hispánico.
Composición
La lengua del periodo está
conformada por dos áreas que se caracterizan por las diferencias que le imponen
la realidad de sus ámbitos geográficos y culturales, y por tener una base común
a partir de la cual se valoran las diferencias. Las dos áreas son el español
peninsular y el español extrapeninsular o fuera de España.
Español peninsular
El castellano es el
dialecto central de las hablas hispánicas familiares y termino de comparación;
como sus principales diferencias son del tipo fonético-fonológico, recordamos
los rasgos fundamentales que lo componen:
- Conserva la oposición z/s;
- Conserva la oposición y/l;
- Mantiene el sonido del fonema /x/ como velar sorda;
- Mantiene la distinción r/l en posición final;
- Conserva las sibilantes /s/ y /z/ en posición final;
- Conserva las sonoras intervocálicas /d/, salvo en el participio pasado de la primera conjugación –ado > -ao.
El andaluz es una evolución del
castellano llevado a tierras meridionales por los colonizadores a partir del
siglo XIII y hasta principios del siglo XVI.
El extremeño es un dialecto
castellano en el que se nota una gran influencia de rasgos leoneses.
El murciano se habla en las tierras
de Alicante, nordeste de Jaén y Granada, y norte de Almería. Participa de los
rasgos meridionales del castellano y de una gran influencia aragonesa y
levantina.
Canario: La conquista de las Islas
Canarias comenzó en los tiempos de Enrique III, en el siglo XV, y termino en época
de los reyes católicos. Debió ser repoblada desde Andalucía, por lo que el
canario comparte los mismos rasgos que el andaluz.
Español extrapeninsular
Está compuesto por el español de
América, el judeoespañol o sefardí y el español de Filipinas.
Todos estos dialectos coinciden en
ser el resultado del proceso histórico de expansión del español peninsular
operado entre finales de los siglos XV y XVI, pero difieren en su historia y en
su situación actual.
El judeo-español o sefardí:
Es el español que se hablan en
algunas comunidades judías dispersas por Europa y Estados Unidos. Se encuentra
limitado a ser una lengua familiar y en algunos casos religiosa. Sus hablantes
son descendientes de los judíos españoles expulsados de España a finales del siglo
XV. Por esto y por el hecho de haber perdido el contacto del español
peninsular, y el de convivir entre comunidades de otras lenguas, se conservan
en él los rasgos fundamentales del español preclásico, del siglo XV, que se
hablaba antes de producirse la disgregación.
El español de Filipinas:
El español hablado en las Filipinas
fue llevado por los españoles en 1521, pero su difusión comenzó en el 1565 como
proceso paralelo a la colonización. El régimen español se empeñó en enseñar el
español, y para alcanzar esos fines se estableció como idioma obligatorio en
todas las escuelas y además se dispuso que los nativos que no supieran leer y
escribir español estaban exentos de servicios personales y no podían pertenecer
a la principalía. De esa manera el español sustituye a los dialectos nativos, o
por lo menos se convierte en el idioma de la cultura superior.
El 10 de diciembre de 1898, Filipinas
pasó al dominio de los Estados Unidos, y como consecuencia de esto el español
deja de ser lengua oficial y aún se reduce más la posibilidad de aumentar su número
de hablantes. Pasó a una segunda lengua de cultura, detrás del inglés; pero
luego ha sido desplazado por idiomas nativos como el tagalo, el cebuano y el
ilongo.
Español de América:
El español de América
es un conjunto de variantes dialectales tan complejo como el español
peninsular.
Comenzó a formarse a
partir del 1492, cuando se produjo la invasión a América. Es el resultado del
proceso de colonización, una mezcla del español con las lenguas aborígenes del
continente y en algunos casos con algunas lenguas africanas.
El español de América
coincide con el peninsular en todos los rasgos centrales del castellano, pero
se aparta de él, en cada pueblo, en los rasgos marginales y no pertinentes para
la conservación de la intercomprensión.
Se habla español en
las siguientes zonas americanas:
En dieciocho repúblicas
americanas, en las que es lengua oficial: Argentina, Bolivia, Colombia, Costa
Rica, Cuba, Chile, Ecuador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, El
Salvador, Uruguay, Paraguay, Perú, República Dominicana, y Venezuela.
Puerto Rico, en la
actualidad, es un estado libre asociado de los Estados Unidos de Norteamérica.
En él coexisten dos lenguas oficiales, el inglés y el español.
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